Según el color
Según el Estatuto del Vino de 1.970, los vinos se subdividen en : tintos, rosados y blancos.
Los vinos tintos se obtienen del prensado de uva negra que da mosto blanco, o bien mosto colorado.
El color tinto se obtiene a base de los pigmentos que están en el hollejo de la uva.
Cuanto más tiempo esté el mosto en contacto con el hollejo, más intenso será el color del vino y su concentración de taninos (sustancias que se encuentran en las pieles, pepitas etc.)
Los vinos rosados se obtienen del prensado de las mismas uvas que el tinto, si bien en este caso el tiempo de contacto entre mosto y hollejo es mucho menor, con lo que el color es menos fuerte.
Los vinos blancos por prensado de uva blanca o negra.
En el caso de uva negra es obligado impedir que el mosto tome color, por lo que se tienen que separar con rapidez el mosto y los hollejos antes de que se inicie la fermentación.
Los vinos aloques los mencionamos, aunque son vinos de baja calidad obtenidos de la mezcla de vinos tintos y blancos, que, incluso, están prohibidos en algunas reglamentaciones.
Según el azúcar
Ya hemos dicho que lo que hace al vino tal es la conversión de los azúcares (localizados en la uva y en las levaduras) en alcohol.
Pero esta transformación no se realiza al 100% ; hay una cantidad de azúcar que no fermenta.
Dependiendo de esta cantidad podemos dividir los vinos en : secos, abocados, semisecos, semidulces, dulces y dulces naturales.
Secos : entre 1g. y 3g./L.
Dentro del cual entran los vinos tintos, la mayoría de los rosados y muchos de los blancos.
Abocados : entre 5g. y 15g. por litro.
Semisecos : de 15g. a 30g. por litro.
Semidulces : de 30g. a 50g. por litro.
Dulces : más de 50g. por litro.
Dulces naturales : más de 250g. por litro.
Según la edad :
Naturalmente el color da testimonio de la edad del vino dado que se va modificando con el envejecimiento :
En los vinos blancos la juventud del vino se manifiesta por coloraciones pálidas, tonos pajizos, limón, irisaciones verdosas y bordes blanquecinos (incoloros).
Los más maduros tienen tonos más dorados, ambarinos.
En los vinos tintos la coloración malva y púrpura da paso a notas pardo rojizas, teja, mientras que los bordes pasan del rojizo - blanquecino al ámbar y caoba.
Los vinos rosados evoluciona en diferentes tonos de rosa hasta un rosa naranja al naranja y de ahí, a un naranja amarillento que irá denotando su envejecimiento.
Hay vinos elaborados para el consumo fresco (muchos blancos, espumosos...) a los que la edad, lógicamente, perjudica.
Pero hay otros que se elaboran con el propósito de un ennoblecimiento a través de los años, mediante barrica y botella.
A partir de una calidad, en la etiqueta del vino suele figurar el año en el que ha sido cosechado.
Para los blancos lo mejor es que sean lo más frescos posible ( con excepciones como algunos grandes blancos del Penedés...) ; en cambio para los tintos la norma es contraria ; aunque actualmente los vinos jóvenes representan el triunfo de las modernas técnicas de elaboración de vinos ya que poseen una prestancia, color y sabor muy interesantes, por no hablar de su precio y su mayor facilidad de venta.
Por otro lado hay que tener en cuenta que la vida de un vino tiene un límite. Hay una evolución ascendente en la calidad del vino hasta que llega a su punto álgido, pero a partir de ahí se inicia un descenso en el que el vino va perdiendo sus facultades. (aunque no su carga histórica).
Es difícil que el punto culminante supere los 15 ó 20 años.
Según el grado
Naturalmente los azúcares naturales en el proceso de fermentación y por acción de las levaduras se desdoblan en alcohol etílico y gas carbónico (CO2).
El grado alcohólico resultante oscilará entre los 8 y los 14 grados, excepcionalmente 15 grados.
Por encima de esta cantidad nos encontraremos con un vino tratado mediante adición de alcohol (sin ningún sentido peyorativo).
Estos son vinos generosos, como el Jerez (cuyo grado va desde los 15 y medio de un Fino o de una manzanilla, a los 18 - 20 grados de oloroso, pasando por los 16 - 18 de un amontillado).
Los vinos licorosos que llevan añadido, no sólo alcohol, sino también mostos el grado varía entre los 14 y 23.
Los vinos blancos ligeros suelen oscilar entre los 8 y los 11 grados (Ribeiro, Chacolí, blancos catalanes ...) mientras que los bancos con más cuerpo rondarán los 12 grados, igual que los rosados.
El grado medio de los tintos oscila entre los 12 y 13 grados (Rioja, Ribera del Duero...) hasta unos 14 grados en algunos Cariñena, Méntrida ...
Vinos especiales
Los vinos especiales son aquellos que tienen composiciones particulares y distintas al resto.
Estas diferencias pueden estar basadas en : la propia uva, en las técnicas empleadas para su elaboración, o por aplicación de prácticas o sistemas específicos tal como sucede con algunos vinos generosos.
El campo de los vinos especiales es muy amplio y abarca los siguientes tipos :
Vinos generosos : proceden de uvas selectas y su graduación alcohólica está comprendida entre los 14 y 23º.
Se elaboran siguiendo técnicas tradicionales incluyendo la adición de vinos dulces naturales, mostos o mistelas.
Dentro de ellos se encuentran los vinos licorosos generosos cuyo contenido en azúcares es superior a 100 gramos por litro.
Vinos nobles : son aquellos elaborados con uvas declaradas preferentes en la región y cuyo periodo de crianza es, al menos, de 2 años.
Vinos dulces : naturales se llaman así por su riqueza en azúcares (más de 250gr./l.), no fermentan totalmente y conservan algunos azúcares naturales de la uva.
Su graduación llega a los 18º, que pueden alcanzarse con la adición de alcohol de vino exclusivamente.
Vinos enverados y chacolís : vinos producidos en las zonas cantábrica y gallega, en la zona nordeste de la provincia de León y en las zonas del alto Penedés y la Conca de Barberá.
En estos casos se autoriza una graduación mínima de 7º.
Vinos amistelados, mistelas : proceden de la mezcla de uva con alcohol de vino y deben tener una graduación mínima de 13º.
Su contenido en azúcares es superior a los 100gr./l.
Vinos aromatizados, aperitivos vínicos y vermuts : se obtienen de un vino base al que se le añaden sustancias vegetales inocuas o estimulantes.
Su graduación no puede ser inferior a los 14º.
Vinos espumosos naturales : proceden de uva de variedades adecuadas.
Contienen, como consecuencia de su elaboración, dióxido de carbono producido por su fermentación, de forma que al ser descorchada la botella y servido el vino se forma una espuma persistente seguida de un continuo desprendimiento de burbujas.
Estos vinos se subdividen en :
Cavas : son verdaderos champanes, ya que se elaboran según el método champenois.
La diferencia se da en el tipo de uvas, en las burbujas (más pequeñas y finas en el caso del champán) y a la menor acidez del champán.
La segunda fermentación se realiza en botella y en ésta se realiza el proceso de elaboración y crianza, hasta la total eliminación de las madres de fermentación (restos).
Su graduación oscila entre los 10,8º y los 12,8º y su presión (debido al CO2) es superior a 4 atmósferas.
Según su contenido en azúcares se clasifican en :
Extra Brut : sin adición de azúcar o hasta 6 gramos por litro.
Brut (brut nature) : de 0 a 15 gramos máximo por litro.
Extra Seco : de 12 a 20 gramos máximo por litro.
Seco : de 17 a 35 gramos por litro.
Semiseco/semidulce : entre 33 y 50 gramos por litro.
Dulces : más de 50 gramos por litro.
De grandes envases : cuando la segunda fermentación tiene lugar en grandes envases o recipientes, generalmente metálicos, de cierre hermético, de los que se trasvasa a botellas (previo filtrado) para su comercialización.
Vinos de aguja : los que conservan al ser embotellados una parte del CO2 (procedente de azúcares propios o añadidos).
Al abrir la botella forma burbujas pero no espuma. La presión del producto no puede ser superior a las 3 atmósferas.
Vino gasificado o gaseado : es aquel al cual se le ha añadido artificialmente la totalidad o parte del gas carbónico.
Para terminar el punto referente a los espumosos es preciso señalar que este tipo de vinos (champanes, cavas y similares) necesitan una botella de cristal más grueso que el habitual y el corcho con forma de seta, debe estar sujeto a la botella con agrafe o bozal.
El tipo de espumoso se reconoce mirando el interior del tapón : si tiene un dibujo en forma de estrella de cuatro puntas estamos ante un cava natural, (tiempo de crianza nueve meses), si va marcado con una raya gruesa estamos ante uno con dos meses de crianza, si es un circulo tenemos uno de grandes envases y en el caso de encontrar un triángulo nos hallamos ante un vino gaseoso.